Colombia-Antioquia
Sofia
Hello! I'm Sofia. I'm 17 and I live in Medellin, Colombia. I'm someone who is very passionate about social change, and mental health awareness. I love to spend my free time reading, playing word games, doing makeup, and volunteering. I also am a sitcom enthusiast.
I first found out I might have scoliosis in a dressing room, right before a soccer trip. Out of nowhere, my mom, who is, fortunately, a pediatrician, notices something weird. She gasped, I panicked, then she said, “I think you have scoliosis.” That same day we went to get X-rays. I left for the week-long tournament the next day. When my parents picked me up from the airport, my first words to them were: So? How's my back? My mom and dad told me I needed surgery, to which I opposed and suggested a corset. My mom went on to explain that I had an S-shaped curve, 52 and 23 degrees, and it was too risky to put off surgery.
I was frightened when I heard the news, I felt very alone and confused. Even though I had my mom explain the condition over and over again, I never really found someone to talk to about what I was feeling; I didn't have someone to relate to.
That is why I want to start CG Medellin. I want to be there for young girls who like me, feel alone and scared. I want girls with scoliosis in my community to find a group of people they can share their experiences with, who they can resonate with them, and who can help them cope.
I know we all feel scared throughout our scoliosis journey, no matter how different they all might be, I want no girl to go through it alone.
¡Hola! Soy Sofía. Tengo 17 años y vivo en Medellín, Colombia. Soy alguien apasionada por el cambio social, la salud mental. Me encanta pasar mi tiempo libre leyendo, jugando juegos de palabras, maquillándome y haciendo trabajo voluntario. También soy una entusiasta de las sitcoms.
Descubrí por primera vez que podría tener escoliosis en un vestuario, justo antes de un viaje de fútbol. De la nada, mi mamá, que afortunadamente es pediatra, notó algo extraño. Ella se sorprendió, yo entré en pánico y luego dijo: "Creo que tienes escoliosis". Ese mismo día fuimos a hacerme radiografías. Partí al torneo de una semana al día siguiente. Cuando mis padres me recogieron en el aeropuerto, mis primeras palabras para ellos fueron: ¿y, qué hay de mi espalda? Mi mamá y papá me dijeron que necesitaba una cirugía, a lo que me opuse y sugerí un corsé. Mi mamá continuó explicando que tenía una curva en forma de S, de 52 y 23 grados, y que era demasiado arriesgado posponer la cirugía.
Me asusté cuando escuché la noticia, me sentí muy sola y confundida. Aunque mi mamá me explicó la condición una y otra vez, nunca encontré a alguien con quien hablar sobre lo que sentía. No tenía a alguien con quien poder identificarme.
Por eso decidí empezar CG Medellín. Quiero estar allí para las jóvenes chicas que, al igual que yo, se sienten solas y asustadas. Quiero que las chicas con escoliosis en mi comunidad encuentren un grupo de personas con quienes puedan compartir sus experiencias, con quienes puedan resonar y que puedan ayudarlas a sobrellevarlo.
Sé que todas nos sentimos asustadas en nuestro viaje con la escoliosis, sin importar cuán diferentes sean nuestras experiencias. No quiero que ninguna chica lo atraviese sola.